El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer dia de trabajo.
Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar. Mientras lo llevaba a su casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación:
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.
-Oh, ese es mi Árbol de Problemas-, contestó.
-Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura:
-los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
-Lo divertido es-, dijo sonriendo, -que cuando salgo en la mañana a recogerlos, ni remotamente hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior...
Moraleja: ¿Cuántos de nosotros llegamos cansados en todo el sentido de la palabra a la casa después de "disfrutar" de un dia de trabajo, o colegio..? ¿qué es lo primero que hacemos? entrar como hombres y mujeres cansados sin saludar con un beso de amor a nuestros receptores, que muchas veces nos esperan con el hogar ordenado, las camas ordenadas, todo perfectamente limpio, y con comida servida; y nosotros entramos callados, cansados, no queremos hablar, solo queremos comer e irnos a dormir; o irnos al ordenador, o sentarnos a ver el televisor durante mucho rato sin tomarle mayor importancia a la persona que nos estuvo esperando durante todo el dia.
Ahora, si nadie nos esperara...cambiarían en algo las cosas? absolutamente, las cosas que verdaderamente necesitamos y las que no, saber notar la diferencia, y mas imprescindible aún; DECIDIR cual opción tomar, si quedarnos a ver las noticias o un programa entretenido y/o meternos al pc, o estar con nuestra familia; o con quien sea que esté esperandonos con ansias de que lleguemos...y que tan solo les digamos cuanto las queremos...
...piensenlo
lunes, 13 de agosto de 2007
El árbol de los problemas
Publicado por Franz en 12:36
Etiquetas: Cuentos con alma
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